miércoles, 13 de junio de 2007

Siempre en la rambla sur


Buen día, ¿colevá? Y si, algo hay que hacer.
Hoy esta mas tranquilo y fresquito, veremos si pica. Ayer le conversaba de los judios y la búsqueda permanente de sus asesinos y como cada tanto encontraban alguno de esos "angelitos" escondidos.
Y había quedado la pregunta: "y por casa", ¿se acuerda? bue, porque por aqui los torturadores actuaron matando por placer.
La bestias matan por necesidad, ya sea para alimentarse o por defensa, ¿pero el Homo Sápiens?. Aquí en nuestros países hicieron de todo no en el marco de una guerra, sino como terrorismo de estado, bendecidos por la iglesia, pensando todo serenamente. En realidad esto es la negación del Homo Sápiens, es el retorno a una categoría muy inferior en la escala animal, de bestia irracional, que como tal jamás a existido.
Al parecer nos quieren hacer creer que existió una guerra, que habría sido entre elementos radicales alzados en armas y el poder armado del Estado. El resto del pueblo no participaba, solo leía los diarios, espantándose de lo que sucedía, incluso hoy por hoy somos un pueblo pacifico.
Lo raro es que la "guerra" terminó en 1972 con la derrota total del MLN pero la dictadura se implantó en junio del 73 y duró hasta el 84 - y después siguió con una democracia tutelada, no se vaya a quedar corto -
Quizás en el siglo XIX eramos más revoltosos pero ahora somos cultos y educados. Menos corazón, mas mente. Odiamos la muerte, preferimos el díalogo y la lucha dialéctica.
Sin embargo el Estado, supuestamente de Derecho - en realidad de Derecha - generó represión general por miedo y placer a todos los movimientos que el imperio rubio señalara como enemigos.
¿Que nosotros también luchamos? Si, pero nuestra lucha fue contra el sistema opresivo instalado, no contra la institución FFAA, ni contra el verdadero Estado de Derecho y de última "obligado cualquiera peléa", porque empezaron por los tupas, siguieron con el Parlamento, los partidos politicos, la Universidad, la Convencion de Trabajadores, etc. etc.
Los alzados en armas y los militares que los redujeron hicieron todo "por la Patria". ¿No es una paradoja? ¡Pero si es la misma, carajo!.
En realidad las dos partes fueron utilizadas por los centros de poder mundial para su beneficio, con la complicidad de traidores nacionales,
los "malos Europeos y peores Americanos", como decía el Jefe supremo.
(Parafraseándolo, podríamos decir ahora malos Americanos y peores Uruguayos.)
Esta etapa concreta fue triste y revuelta, luego las cosas cambiaron y supuestamente todo se normalizó, pero las heridas quedan. La verdadera Patria, la de todos, continua herida, profundamente herida y no podrán cicatrizar solas sus heridas si no hay sinceramientos. Sincereamientos de todas las partes.
El sistema debería sincerarse, a cualquier costo, así sí cicatrizarían las heridas y se irían apagando los odios, porque cuanto mas resplandece la luz, la oscuridad se retira y las sombran se van disipando.
Parece que queremos olvidarnos de que muchos de los que asesinaron, lo que dieron orden de torturar, los torturadores, los desaparecedores, aún estan vivos y completamente bien de la cabeza. ¡Ellos deben aportar los datos que permitan conseguir armar los rompecabezas!
Y esto no es "por favor"... esto es una órden que viene de lo más sagrado, un deber que trasciende la pertenencia a las FFAA de la nación.
Y los que merezcan perdón, lo tendrán, y los que merezcan castigo, lo tendrán y los restos de los desaparecidos aparecerán, y se sabrá realmente la falsedad de esos juicios viciados de la época triste.
Y los que escapen o ya hayan puesto pies el polvorosa, a buscarlos, como hacen los judios. Que nadie se piense que está a salvo porque puso distancia. Y no solo los de uniforme, tambien los civiles que hicieron grandes negocios con la sangre del pueblo. Buscarlos uno a uno, lenta pero sin claudicaciones hasta encontrarlos.
Estas heridas las tiene un pueblo que no odia a sus FFAA, ya que de él mismo surgen, pero que mantiene el asco para los sádicos que hicieron la tarea súcia y no han sido ni siquiera señalados correctamente, y un profundo desprecio por los intelectuales que sin ensuciarse las manos llenaron sus bolsillos.
Pero, que carajo voy a arreglar yo desde aquí. Solo pensamientos.
¡Y otra vez me comieron la carnada!, no da para quedarse, parece que se decidió y va a llover otra vez y otra vez no me va a dar tiempo de llegar a casa.
Seguro hoy me empapo de nuevo.
Hasta mañana, hermano.

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